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NO QUIERO SER NORMAL EPISODIO 7











POLEMICA en NO QUIERO SER NORMAL!

Tuvimos un gran programa, repleto de televisión, humor rebertiano, actividades paranormales que volvieron para asustar, unos cortos tremendos, una banda de puta madre y dos top five de peliculas anormales de gente del medio.

La pregunta que te hago es la siguiente:

QUE ESTÁS ESPERANDO PARA DESCARGARTE EL PROGRAMA Y ESCUCHARLO??

Aquí va el enlace

http://www.podomatic.com/mymedia/get_media?item_id=3015186&dl=1

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GASTON ROTHSCHILD








GASTON ROTHSCHILD

TOP 5 DE PELICULAS ANORMALES

5_ Magnolia (Paul Thomas Anderson)
4_ Plaga Zombie (Pablo Pares)
3_ 1000 Boomeragans (Mariano Galperín)
2_ Happiness (Todd Solondz)
1_ Braindead (Peter Jackson)

Fecha de Nacimiento: 17 de mayo de 1976
Lugar: Ciudad de Buenos Aires, Argentina
Trayectoria:

Director:
Historias breves 5 (2009)
Un juego absurdo (2009) (Cortometraje)

Intérprete:
Rockabilly (no estrenada comercialmente - 2000)
Líder Destrucción

Producción:
La Tigra, Chaco (2009)
Vacaciones en la tierra (no estrenada comercialmente - 2001)
Rockabilly (no estrenada comercialmente - 2000)

Producción ejecutiva:
Solos en la ciudad (en postproducción)

Jefe de Producción:
4 de julio: la masacre de San Patricio (2007)

Coordinación de post producción:
La guerra de los gimnasios (corto - 2004)

UN JUEGO ABSURDO

He aquí su niño prodigio, un corto en el que refleja a todo aquel pensamiento de chico conoce chica que tenemos todos los seres humanos. La genialidad de la mezcla entre lo absurdo y lo real, y el genial manejo de las situaciones comunes reflejadas como casuales.



Si queres escuchar su top five y nuestra review completa acerca de este corto, descargate el séptimo programa de No quiero ser normal:

http://www.podomatic.com/mymedia/get_media?item_id=3015186&dl=1

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MUSICA RECOMENDADA (Capitulo 7)









THE WELCOME DYNASTYS

FORMACIÓN:

Miembros:
Bruno Gargallo: Voz y guitarra
Daniel Herranz: Guitarra
Rubén Sanz: Bajo
Jordi Ortolà: Batería, percusión, coros

Origen:
Canada/España

Idioma:
Temas en ingles.

INFORMACIÓN:

The Welcome Dynasty nace de cuatro personas con un mismo pensamiento, hacer de este un proyecto serio y ambicioso. Con esa idea nace “Underwater Meetings”, un E.P de 6 temas que dejan patente desde los primeros acordes la fuerte personalidad del grupo.

Desde las más inmediatas influencias norteamericanas de su cantante hispano-canadiense a las influencias más británicas, de las raíces del rock hasta los sonidos más actuales han servido para que este grupo proponga su particular sonido y nos invite a ser parte de ello.

Y es por ello que el afamado productor berlinés Uwe Hoffmann (Die Artze, Sport Freunde Stiller, Killer Barbies...) y el productor de dilatada experiencia Mark Dasousa no han dudado en sumergirse en las turbias aguas dinásticas.

Una mezcla de rabia esquizofrénica, melancolía, frescura y personalidad que invitan al oyente a sacar sus propias conclusiones sobre la propuesta de la banda.

Sin duda, corren aires de cambio. Bienvenidos a la Dinastía.

Pequeñas conquistas:

- Videoclip “Cats and Lions” dirigido por Juan Tormo (director de videoclips, entre otros, para Sony Music) emitido en La 2 de TVE y SOL MÚSICA.

- Ganadores del prestigioso “Circuit Rock '08” de Comunidad Valenciana.

- Finalistas del “Villa de Madrid – Universimad '09”

- Finalistas del concurso nacional “Levis 501 Unbuttoned”.

- Semifinalista del concurso nacional “Heineken Greenspace '08”.

- Actual finalista del concurso nacional “Club Dos”.

TEMA DE "UNDERWATER MEETINGS"

El videoclip filmado por Juan Torino representa la dignisima popularidad y agrado que han tomado por mi parte. Este tema me metió de lleno a ellos., y sin dudas creo que les abrió una gran puerta ya que demuestran su potencial, y su energía siempre presenta tanto en temas agitados como en canciones emocionales. Levanten el humor y escuchen esta energetica melodía.

MARKUS



El cantante Bruno Gargallo ha sido muy amable con nosotros y nos ha facilitado su top five de Peliculas anormales para convertir ustedes.

TOP 5 DE PELICULAS ANORMALES

1 Sideways (Entre Copas)
2 The Godfather (El padrino).
3 Some like it hot (Con faldas y a lo loco).
4 Big Lebowski (El gran Lebowski).
5 Scarface (El precio del poder).


Escuchá EL MEJOR TEMA DE LA BANDA llamado In Heaven en nuestro séptimo programa, mas mucha info de la banda aquí. Empezá a descargarlo!:

http://www.podomatic.com/mymedia/get_media?item_id=3015186&dl=1

MY SPACE:

http://www.myspace.com/thewelcomedynasty

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MUSICA RECOMENDADA (Capitulo 6)







MODEST MOUSE

FORMACION

MIEMBROS:
Isaac Brock
Eric Judy
Jeremiah Green
Johnny Marr
Tom Peloso
Joe Plummer

ORIGEN:
Usa

INFLUENCIAS:
Pearl Jam
The Beatles


FORMACIÓN

Modest Mouse son una banda de rock alternativo de los Estados Unidos. Se formó en 1993 en Issaquah, en el estado de Washington. Sus componentes son el guitarra Isaac Brock, el batería Jeremiah Green y el bajo Eric Judy. Desde que firmaron por la filial de Sony Epic Records en 2000, la banda ha alcanzado un éxito popular bastante significativo.

En 1994 la banda hizo su grabación debut, el EP Blue Cadet-3, Do You Connect?, en los estudios de Calvin Jonson, trabajo que fue lanzado por el sello K Records del propio Calvin. Le siguió un sencillo editado por Sub Pop que fue grabado por Steve Wold en Moon Studios. Durante ese tiempo, Modest Mouse también grabó su "supuesto" álbum debut Sad Sappy Sucker, pero que por los constantes retrasos en el trabajo fue dejado de lado y olvidado (y lanzado oficialmente en 2001).3 Luego de pasar al sello Up Records, perdiendo al bajista John Wickhart, temporalmente perdiendo al guitarrista Dann Gallucci, y ganando al bajista Eric Judy.1 Modest Mouse sacó algunos trabajos grabados en Moon Studios, incluyendo This Is a Long Drive for Someone with Nothing to Think About de 1996. Éste LP doble fue producido y grabado por Steve Wold (con el tiempo Wold pasaría a formar parte de la alineación de la banda). El siguiente trabajo en Up Records fue Interstate 8, también producido por Steve Wold. En 1997 lanzaron The Lonesome Crowded West (grabado también en Moon Studios, por Scout Swayze) que se transformó en el álbum paradigmático del grupo. Éste álbum significó para la banda un buen número de seguidores y es ampliamente considerado como un hit de la escena rock alternativo e indie rock de mediados de la década de los 90. En 2000 lanzaron una colección de sencillos y rarezas titulado Building Nothing Out of Something, que incluyó la totalidad de Interstate 8, excepto los temas "Edit the Sad Parts" y "Buttons to Push the Buttons".
También en 2000 Modest Mouse lanza The Moon & Antarctica, su primer álbum bajo la discografía Epic Records. La banda alcanzó gran popularidad en las radios alternativas con sus sencillos "3rd Planet" y "Gravity Rides Everything". A pesar del escaso apoyo que obtuvo por parte del público, obtuvieron inicialmente una positiva recepción por parte de la crítica,4 que se transformó en elogios para el álbum.5 que se transformó en elogios para el álbum. A la vez, el vocalista Isaac Brock lanzaba un álbum con su proyecto paralelo Ugly Casanova por el sello Sub Pop. La banda firmó "Gravity Rides Everything" para un comercial para el Quest minivan de Nissan, un movimiento que Isaac no estaba dispuesto a hacer pero era necesario para la estabilidad financiera de la banda.6
En 2001 Modest Mouse lanza el EP Everywhere and His Nasty Parlour Tricks, una colección de outtakes del álbum The Moon & Antarctica. También lanzan Sad Sappy Sucker, una colección de canciones grabadas en 1994, que inicialmente pretendieron ser su disco debut, pero que habían sido dejadas olvidadas.7 En 2002 participaron en la gira Unlimited Sunshine junto a Cake, De La Soul, The Flaming Lips, The Hackensaw Boys y Kinky.8
En 2003 el baterista Jeremiah Green deja la banda debido a una crisis de salud mental;9 sin embargo, la versión oficial es que dejó la banda para trabajar con su otro proyecto, Vells. Ese mismo año él y el bajista Eric Judy aparecen en un álbum de Adam Forkner, VVRSSNN.10 Dos nuevos miembros sustituyen a Green, el baterista Benjamín Weikel (baterista también de The Helio Sequence) y el guitarrista Dann Gallucci, que había sido miembro de Modest Mouse anteriormente y participó en la grabación de Sad Sappy Sucker.

MEJOR TEMA:

Little Motel es el nombre de una de las mejores canciones de rock de la década, y sin duda el mejor tema de la banda. Una de esas canciones que deprime, te levanta y te vuelve a bajar, que te hace reflexionar y que te dan ganas de escuchar mas de esta dignisima banda.



Puedes escuchar este genial tema, mas presentación y data realmente freak de la banda en nuestro sexto programa. DESCARGALO AQUÍ:

http://u1.ipernity.com/15/99/04/8099904.a678f20c.mp3?download=NOQUIERO%20SER%20NORM6L%20PROGRAMA%20666.mp3

WEB OFICIAL:

http://www.modestmouse.com/

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MUSICA RECOMENDADA (Capitulo 5)








THE ARCADE FIRE

FORMACIÓN

Integrantes:
Win Butler
Régine Chassagne
Richard Reed Parry
William Butler
Tim Kingsbury
Sarah Neufeld
Jeremy Gara, Manuel Rey.

Nacionalidad:
Canada

Idiomas:
Temas en inglés.

INFORMACIÓN

Arcade Fire se crearon entorno al matrimonio formado por Win Butler y Régine Chassagne. Sus inicios se remontan a mediados del año 2003 y la actual formación se consolidó entre finales de 2003 y principios de 2004, cuando se grabó su primer álbum. Anteriormente a este álbum grabaron un EP (de nombre Arcade Fire y conocido por sus seguidores como Us Kids now) que vendían en sus primeros conciertos. Cuando la banda comenzó a adquirir relevancia, el EP fue remasterizado y puesto a la venta.

Arcade Fire es conocido por sus cautivadoras presentaciones en vivo, así como por el uso de un gran número de instrumentos musicales. En adición a los tradicionales guitarra, batería y bajo, los miembros tocan el piano, violín, viola, cello, bajo doble, xilófono, teclados, cuerno francés, acordeón, el hurdy gurdy y el arpa. Con variados músicos eximios, la banda lleva su diversidad instrumental en sus tours haciendo que estos mismos miembros vayan cambiando de instrumentos en los shows en vivo

El número de instrumentos, junto con un amplio repertorio de influencias les han proveído de una enorme paleta sonora al momento de grabar su música. La espectacularidad y originalidad de sus conciertos les permitió sellar un contrato con la discográfica independiente Merge Records.

PRIMER DISCO: FUNERAL

Es el primer álbum de Arcade Fire. Fue lanzado el 14 de septiembre de 2004 por Merge Records en Canadá y en febrero de 2005 en el Reino Unido.

Como el título del álbum indica, gran parte de Funeral es acerca de la muerte, pero de una manera que sea prudentemente optimista más que sombrío, oscuro o deprimente. El álbum es notable por la forma en que se trata de la pérdida y el eventual paso del tiempo. Por otra parte "Neighborhood #3 (Power Out)" está basada en las experiencias del grupo durante la tormenta de nieve que recorrió América del Norte en 1998.

El álbum es muy instrumental y orquestal, con un destacado uso de cadenas en todo. Se le dio este título porque varios miembros de la banda recientemente ha perdido a miembros de su familia: la abuela de Régine Chassagne murió en junio de 2003, Win y el abuelo de William Butler en febrero de 2004, y Richard Reed Parry's tía en abril de 2004.

MEJOR TEMA DEL DISCO:

La canción se llama Wake uo, y es aquí interpretada magistralmente junto al caballero de la noche David Bowie. Un placer.

WAKE UP



SEGUNDO DISCO: NEON BIBLE

Es el segundo álbum de estudio de los canadienses Arcade Fire. Fue lanzado el 5 de marzo de 2007 en Europa y el 6 de marzo en Norteamérica distribuido por Rough Trade en el Reino Unido y por Merge Records en Estados Unidos.



En el álbum se han utilizado entre otros instrumentos: órgano, zanfonía, trompa militar y toda una orquesta húngara. Win Butler describió el sonido del álbum como "permanecer de pie sobre el océano". Butler ha declarado en una entrevista que el álbum no es el nombre de la novela de John Kennedy Toole, “Neon Bible“ y que es puramente casual.

El 19 de enero del 2007, la banda anunció el single del disco. "Black Mirror" fue el primer single lanzado en los Estados Unidos, mientras que el primer single para el Reino Unido es " Keep the Car Running".

MEJOR TEMA DEL DISCO:

Es la canción por la cuál me volví definitivamente enamorado de la banda. Los dejo aquí con ellos y una de sus mejores interpretaciones.

NO CARS GO



Pueden descargarse el quinto programa y escuchar nuestra review sobre la banda y un tema de ellos que pasamos en el show.

WEB OFICIAL:

http://www.arcadefire.com/

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MUSICA RECOMENDADA (Capitulo 2)







RAPZODAS

FORMACIÓN

Miembros del grupo:
Alejandro Zarlenga: Voz, Guitarra
Gonzalo Benítez: Guitarra eléctrica y acústica
Fernando Bonomi: Bajo y Voz
Federico Miri: Batería

Origen:
Argentino

Influencias:
Radiohead, Green Day, Audioslave, Dave Mathew's Band, Red Hot Chili Peppers, Jeff Buckley, Pearl Jam, Nirvana, Foo Fighters, Rolling Stones, The Beatles, Cranberries, Alanis Morissette, Charly García

Idioma:
Temas en ingles (mayoritariamente) y en castellano)

INFORMACIÓN:

La banda se formó a finales del 2008 y temas como Vespertine Rocket han sido pasados por radios de Barcelona, España.
También participan del Bombardeo del demo, sección del programa de radio Day tripper de Rock And Pop.

Esta banda, no sólo contiene un buen gusto músical y en cuanto a selección de temas, sino que también demuestra el progreso nacional y el futuro que probablemente cierre con alguna discográfica.
Tocando en Acatraz y celebres lugares de nuestras tierras, el conjunto se reafirma como uno de esas bandas nacionales que, gracias a su energia musical y principalmente al alma de sus letras, crea seguidores instantaneamente luego de haber escuchado el primer tema de ellos.

He aquí una gran canción de ellos.

DEBUT Y DESPEDIDA




Podes escuchar nuestra review y un poco mas de ellos (sumandole una canción diferente y a mi gusto la mejor de ellos titulada Not For Me) en Nuestro segundo programa de No Quiero ser normal AQUI.

DESCARGATE EL SEGUNDO PROGRAMA:

http://u1.ipernity.com/14/89/60/7858960.b85b6bc8.mp3?download=No%20quiero%20ser%20normal%20-%20programa%202.mp3

SITIO WEB:

http://www.rapzodas.com/

MY SPACE:

http://www.myspace.com/rapzodas
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EL RECOMENDADOS DE HUESOS (Capitulo 7)

EN MARCHANT

En este corto de animación clásica Ryan Larkin presenta exactamente lo que dice el título, ni más ni menos que gente caminando. Gente de todos los estilos, hombres, mujeres y niños, cada uno caminando a su modo, resultando todos ellos naturales, a pesar de no ser más que dibujos en un papel. El estilo de dibujo es realmente artístico, deliciosamente psicodélico.
Estuvo nominado a los Oscar de 1969, aunque finalmente no lo ganó, se lo llevó It’s Tough to Be a Bird, de Disney.



MICHAEL JACKSON VIVE Y FUE VISTO EN TUCUMAN

En el final del programa se recomendó este video. En tucuman hay un imitador de Michael Jackson, como parodia filmaron a este tipo, que mas que emular a Michael Jackson, logra a la perfección personificar a un hombre pasado de copas.

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ANDRES BORGHI



Nos ha prestado su top 5 de peliculas anormales, y a prestar mucha atención porque es un hombre que sabe mucho de este genero y del cine.






SU TOP 5 DE PELICULAS ANORMALES

5_ SUICIDE CLUB (Japon)
4_ UHF (Usa)
3_ BATTLEFIELD STADIUM (Japon)
2_ TOP SECRET (Usa)
1_ OLDBOY (Korea)


QUIEN ES ANDRES BORGHI?

EL RECOMENDADOR DE HUESOS SE UNE CON "EL EXPERIMENTADO" Y "EL ENMASCARADO" Y NOS COMENTAN UN POCO SOBRE LO REALIZADO POR ESTE MAESTRO:


Andrés Borghi es Director de cine y arte multimedia. Recibido en la ya "difunta" escuela TEBA (Taller Escuela de Buenos Aires), y con su propia productora, Kamikaze (www.kmkz.com.ar), poco a poco, se fue convirtiendo en uno de los perfiles más conocidos localmente (y en proceso de "internacionalmente" ) no sólo por sus cortos, sino también por su música, sus series, sus apariciones junto con Alejandro "El LoCo" Szykula y ahora está empezando a trotar la carrera de la fama gracias a su reciente éxito en uno de los concursos más actuales: 100% Pure New Zealand (Your-big-break.com) de Peter Jackson.

Tiene diversos cortos., empezando por cortos muy buenos con una gran diversión. Aquí una adecuada presentación.

OTAKUS

Premiadisimo cortoy mas que divertido, en el cual dos otakus deciden ponerse a luchar por lo que ellos creen que es correcto.

Premios que obtuvo el corto:

2007:

-Uncipar 2007 (Villa Gesell, Argentina): Mencion especial a los efectos visuales
-Escobar de película (Buenos Aires, Argentina): Mencion especial a los efectos visuales
-Fejorel 2007 (Buenos Aires, Argentina): mejor edición de sonido
-Cortala! (Tucumán, Argentina): Premio del público.

2008:

-Golosina Visual 4 (Baja California, Méjico): Mención honorífica
-fantosfreak IX (Palmares, España): Premio Garmanbozia
-Festival Bivi-H (Buenos Aires, Argentina): Primer premio del festival y mención especial a los efectos visuales.

Llegó inclusive a exhibirse en un programa de televisión de Japón



EL ESPECTRO DEL BOSQUE

Psicodelico corto animado que ganó premios como mejor corto de animación en el festival de cine de San rafael del 2006 y en el festival latinoamericano de cine y video del 2006.



DEDICADO A NADIE

Bueno, los invito a TENER MUCHO MIEDO, realmente. Como hablamos de él durante el programa, antes del programa y despues del programa, es un increible corto que crea muchos sustos y te muestra que quizas con un monto no tan alocado puede realizarse un excelente producto, donde el clima, el miedo, el suspenso y el horror se abrazan. Un corto basado en un hecho real de una chica llamada Eyra, en Mexico





VICENTE

Otro corto de terror, con tintes a Suspiria y La Llamada, realizado para el segundo año de TEBA



WORKING DAY

Mandó el guión y un video a un concurso de Nueva Zelanda, en el cual tenia que demostrar en 3 minutos que este país era el mas joven del mundo. Dijo "Bueno, vamos a hacerlo".
Con mas de mil cortos en competencia, fue seleccionado como uno de los cinco mejores. Por lo que lo llamaron desde allí y fue hasta Nueva Zelanda para realizar el corto de sus sueños, con los misma gente que realizó el señor de los anillos, vale recalcar.

Entre los nominados, habia dos cortos norteamericanos y dos nacionales de allí, y obviamente el corto argentino de Andres, quien fue elegido como el mejor. Y quien decidió que era el mejor corto? El señor Peter Jackson, nada mas ni nada menos, aquel entrañable director de maestrias como Brain dead aka Dead Alive, Bad Taste, El señor de los anillos, King Kong, Criaturas Celestiales, Muertos de miedo y The Lovely Bones.

Gracias a esto, le dieron avales neozelandeces para su próximo proyecto (muy probable que sea una pelicula de horror psicologico, al parecer) y pudo ir a promocionar su corto ni mas ni menos que a los premios Independent Spirit Awards 2010.

Aqui los dejo con este corto, encargado de resaltar que Nueva Zelanda es el país mas joven del mundo.




Vale rescatar tambien que tiene hecho un juego y una pelicula llamada Bailando con el peligro, editada por Videoflims y que ha sido vista y bien recibida en el B.A.R.S (Buenos Aires Rojo Sangre)

Para mas información acerca de este maestro Argento, www.andresborghi.com.ar

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Escuchá el sexto programa de NO QUIERO SER NORMAL donde hablamos de él y sus cortos

DESCARGATE EL PROGRAMA:

http://u1.ipernity.com/15/99/04/8099904.a678f20c.mp3?download=NOQUIERO%20SER%20NORM6L%20PROGRAMA%20666.mp3
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EL RECOMENDADOS DE HUESOS (Capitulo 6)

EL ARCA

Un virus destruyó a la humanidad. Y ahora? Pegale una mirada!



WHAT IS THAT?

Un video superemotivo de Constantin de Grecia., que demuestra los sentimientos erroneos que a veces uno opta siendo hijo, y no teniendo en cuenta muchisimos factores que él ha aprendido gracias a su padre.
Un padre y un hijo sentados en un banco...hasta que encuentran un gorrión.
Para emocionarse.



SPAGHETTI WESTERN

El uso magistral del stopmotion nos permite disfrutar de este corto premiado en Cannes hecho por Pes, quien siempre garantiza estusiasmo grafico en una simple cantidad de minutos dejando en cuenta que siempre tiene otra joyita bajo la manga para poder volver a sorprendernos en cada uno de sus videos.

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NO QUIERO SER NORMAL EPISODIO 6

Los mejores temas de rock de la última década. Las Mohonoticias plus Reberto. El recomendador de Huesos. Top 5. Andres Borghi. Radio. Monologos. Que más queres?





DESCARGATE EL PROGRAMA:

http://u1.ipernity.com/15/99/04/8099904.a678f20c.mp3?download=NOQUIERO%20SER%20NORM6L%20PROGRAMA%20666.mp3

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NO QUIERO SER NORMAL EPISODIO 5

Quinto Episodio. A escuchar y descargar. Los temas controversiales, las mohonoticias, las histerias y esas cosas que tiene la vida gratis en No quiero ser normal, una pantalla irreal para contrastar con el frío mundo.



PARA DESCARGAR:

http://u1.ipernity.com/15/03/88/8050388.4592f4af.mp3?download=NOQUEROSERNORMALPROGRAMACINCO.mp3

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NO QUIERO SER NORMAL EPISODIO 3

Los cumpleaños y lo paranormal, cosas que se llevan bien. Reberto y los conductores, cosas que no se llevan bien. Reviví el episodio 3 a pura acción!

PARA ESCUCHAR:

http://www.podomatic.com/mymedia/get_media?item_id=2992882

PARA DESCARGAR:

http://www.podomatic.com/mymedia/get_media?item_id=2992882&dl=1

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NO QUIERO SER NORMAL EPISODIO 2

Segundo Progamón de NO QUIERO SER NORMAL. Hablamos de ir al cine, pasamos temas de peliculas y tenemos las mohonoticias mas delirantes. Algo más??

Escuchalo y descargalo!

ESCUCHALO:




DESCARGALO:

http://u1.ipernity.com/14/89/60/7858960.b85b6bc8.mp3?download=No%20quiero%20ser%20normal%20-%20programa%202.mp3
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NO QUIERO SER NORMAL EPISODIO 1

ESTE ES EL PRIMER PROGRAMA DE NO QUIERO SER NORMAL

LOS INVITO A DISFRUTAR. SI TE LO PERDISTE, ACÁ LO PODES ESCUCHAR. HUMOR, ENTRETENIMIENTO, CINE, MUSICA, Y ESAS COSAS QUE TIENE LA VIDA DE LA MANO DE FACUNDO Y EL SEÑOR ESTEBAN

ADELANTE



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PABLO PARES

Pablo Parés (28 de agosto 1978 - en Haedo , Provincia de Buenos Aires ) es un argentino director de cine , actor , productor de cine , fotografía , guionista y editor de cine más conocido por su trabajo en la película de terror de género.
Ha dirigido y producido más de 20 películas desde particularmente notable por su dirección de películas de terror como Plaga Zombie (1997) y Plaga Zombie: Zona Mutante en 2001, la secuela en la que también produjo, protagonizó y escribió.

Nos pasó su top 5 de Peliculas Anormales

5_ THE GATE (1980)

4_ BRAIN DAMAGE (1988)

3_ RE ANIMATOR (1987)

2_ EVIL DEAD 2 (1987)

1_ BAD TASTE (1987)



Le agradecemos una vez más a este maestro que nos demuestra cada vez que el cine fantastico argentino sigue con vida.

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EL RECOMENDADOS DE HUESOS (Capitulo 5)

1_ I MET THE WALRUS

Una entrevista de un fanatico hacia John lennon traducida en imagenes caricaturescas psicodelicas 37 años después del hecho.



2_ MIRINDAS ASESINAS

Alex de la iglesia y su primer corto, repleto de bizarria, surrealismo y humor negro, algo que siempre lo identifica a él, inclusive desde sus comienzos.
Un hombre está obsesionado con las mirindas y...




3_ PIXELS

No, como nunca te pusiste a pensar en que millones de pixels invadiesen Nueva York y veas a los personajes de tus juegos de Family favoritos comiéndose a plagas de eficios, aquí te lo brindamos. Adam Sandler producirá una pelicula a partir de este corto.



4_ ALMA

Alcanzar una muñeca puede ser mas complicado que lo que parece. Un hombre experto en Pixar nos deleita con este maravilloso corto, con un final recordable.



Espero que los hayan divagado. Adios

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EL RECOMENDADOS DE HUESOS (Capitulo 4)

1_ VINCENT

El primer corto de Tim Burton, con un genial uso del Stopmotion, con el mismo estilo de siempre que él contiene. Sumemosle el trabajo del señor Vincent Price aquí, un idolo en el genero de Terror y en el cine en general.



2_ BORN FREE

Polemico video censurado en You Tube (...y miren que you tube tiene cada cosa!!) de la cantante M.I.A dirigido por el señor Romain Gavras (Hijo del conocido director Costas Gavras), donde se encarga de mostrar la excesiva y absurda violencia que utiliza la policia con el simple hecho de disfrutar sus morbosidades interiores.

M.I.A, Born Free from ROMAIN-GAVRAS on Vimeo.



3_ SUICIDE MOUSE

La misteriosa leyenda urbana sobre este fatidico video continuará incluso despues de nuestras muertes.
Un video en blanco y negro del viejo Mickey, encontrado en una recopilación clásica de Mickey Oldies, que contiene una tétrica música de fondo, y a nuestro ratón favorito corriendo sin cesar.
Luego de unos minutos con pantalla en negro, vuelve a reaparecer la imagen y te permite perturbarte hasta el último fuckin minuto.

La historia dice que el asistente del encargado (quien no pudo ver el video debido a que no lo soportó) salió de la oficina, dijo "Jamas se imaginaran el sufrimiento que pasé", le sacó el arma al guardia y se voló los sesos.

Hay dos minutos de este video que están perdidos y bajo llave por Disney que son los que realmente incidieron a que el loco asistente tome esa decisión. Esto que van a ver es algo de ese enfermo video rompecabezas. Para ver con auriculares.



4_ HER MORNING ELEGANCE

Oren Lavie dirige y canta en este video premiado por los Grammy y por el mundo en general.
El uso del stopmotion en sólo una simple toma sorprende hasta el día de hoy.
Nos meteremos en los sueños de una chica y su marido, y viajaremos cuál Ciencia del sueño por allí como si fuesemos pasajeros de ese colectivo volador.
A disfrutar.




Esto fue todo. Espero que les hayan gustado los videos.
Comenten.

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ACTIVIDADES PARA ANORMALES (Capitulo 3)

En nuestro programa número tres, tocamos la iperquineticas anécdotas anormales acerca de experiencias sobrenaturales.
Pero ademas de ello, recomendamos un par de videos para que se le deleiten de sustos y repetitivos sustos.
Aqui se los dejo, chicos. A taparse con la sabana!

1_ LA CHICA DEL VESTIDO DE BLANCO



2_ LA MUÑECA POSEIDA



3_ DETRAS DEL ESPEJO



4_ EL FANTASMA DE BLOCKBUSTER



Exactamenchi!!!


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SANTIAGO CÁNEPA


Aquí el hombre del que hablamos en el cuarto programa.

Nació el 18 de octubre de 1985, en Buenos Aires, Argentina. Es autor del libro de cuentos Una galera y un libro para Fernando Salvatierra. Fue también co-productor y conductor del ciclo radial No Sabemos Nada. Se desempeña también en la escritura de guiones y monólogos humorísticos que el mismo interpretan.

Se lo puede encontrar en www.santiagocanepa.blgospot.com
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Hablar de Otras, de Santiago Cánepa


Apenas me separé de Laura, comencé a visitar viejas amigas y a cosechar todo lo que había sembrado mientras estaba con ella. Un poco, para no sentirme tan solo, y otro tanto, para aprovechar el tiempo en soltería. “No estar en pareja”, me dijo a propósito un amigo, “es como no tener que trabajar al otro día”. Yo no sabía cuándo podría volver a estar con Laura y dar por finalizadas mis vacaciones.
Una de esas viejas amigas era Carla. Ella era actriz, estudiaba expresión corporal y danzas orientales de nombres raros. Yo sólo me quería acostar con ella. No me importaba otra cosa. Hacía mucho que no nos veíamos y, de hecho, nunca había pasado nada sexual entre nosotros. Nos habíamos visto, a lo sumo, dos veces. No obstante, en muchas oportunidades habíamos hablado por teléfono y, cibernéticamente, nos habíamos confesado cosas que a pocas personas se les cuentan. Quizás por eso, al vernos, una confianza corporal y agradable se estableció entre nosotros. El hecho de que ella fuera actriz y estuviera acostumbrada al trabajo corporal y a la soltura física -en contraste con mi habitual rigidez- también ayudó.
Además de actriz, Carla era camarera. Para mí, dos oficios inseparables que comparten la exposición inmediata. Ya sea ante un público, o ante un comensal, su trabajo es fingir. De hecho, todas las actrices que conozco son camareras. Y todas las camareras que conozco son o sueñan ser actrices. Lo que es cierto también, es que absolutamente todas se acuestan o se acostaron con el cocinero. Y pretenden lucir como Amelie, flequillo snob y disfraz circense mediante.
Si tengo que ser sincero -atentando contra mi sexualidad bien definida- admito que, en gran medida, mis deseos de tenerla pasaban más por recuperar el tiempo perdido que por la necesidad de deshacerme dentro suyo. No eran tantas mis ganas de tocarla como de saber que la había tocado. Y volver al trabajo/pareja con las vacaciones bien aprovechadas. Algo similar a lo que ocurre cuando salimos de viaje un fin de semana largo: queremos hacer rendir los escasos días de descanso. Queremos decir “yo también estuve allí, y conozco esa feria de artesanos que venden tan barato”.
Carla vivía sola y no tenía muebles. No por falta de dinero o posibilidades, sino porque le gustaba. Tenía almohadones rojos esparcidos por toda la casa y un colchón enorme en lo que se suponía que era su cuarto. En las paredes tenía colgadas telas andinas de todos los colores y tamaños. Además de una buena cantidad de fotos de ella en blanco y negro.
“Ponete cómodo” me dijo apenas llegué. “¿Dónde? Si no tenés ni un sillón”, pensé en responderle. Pero no le dije nada y me acomodé dónde pude. Con una soltura que no sé de dónde saqué, me quité las zapatillas y las dejé al lado de una ventana, por miedo a que sintiera olor a pata.
¿Querés escuchar música?
Preguntó.
Bueno ¿Qué tenés?
No conocía nada de lo que me nombró.
No conozco nada, che. Pero poné lo que quieras. Confío en vos... sorprendeme.
Me sorprendió. Lo que se escuchaba me sorprendió. Era la mezcla exacta entre los alaridos de un jabalí seco de vientre y un violín tocado por un perro. Todo metido dentro de una lata de Nesquik, con porotos para jugar al bingo y amplificado por un megáfono. Desde luego, fingí que me gustaba.
Es música mapuche- me dijo-. La toca un amigo que viajó al sur hace poco y estuvo viviendo con ellos.
“Estuvo viviendo con ellos” ¿Ellos? ¿Quiénes son ellos? ¿Por qué existe un ellos y un nosotros? ¿Por qué no existe un todos y listo? ¿Por qué yo me quedaba callado y no le decía nada? ¿Por qué ella quería escuchar una música tan espantosa? ¿Realmente tenía ganas o de ese modo era más actriz, más artista, más sensible? ¿Por qué yo no podía acostarme con una mujer a la que le gustase Luis Miguel solo porque es lindo? ¿Por qué no podía acostarme con todas? ¿Por qué yo me sometía a escuchar esa violación a los oídos y al buen gusto? ¿Por qué me ponía a pensar todo ésto? ¿Acaso no tenía que estar encima de ella arrancándole la ropa? ¿Qué tenía que contestarle?
Desde luego no le contesté nada. No encontré ninguna razón lógica para arriesgarme a acabar en una discusión que pudiera alejarme del sexo. Además, por otro lado, ella creía en mi romanticismo ya olvidado. En ese romanticismo de poeta de mi primer libro. Así que ¿Quién era yo para arrancarle la fantasía? ¿Quién era yo para quitarle la posibilidad de acostarse con este chico sensible? ¿Quién era yo para decirle la verdad? Por suerte fue ella quien habló. Y por suerte, yo seguí eligiendo la mentira.
¿Te gusta, Santi?
Interrogó.
Sí. Sí. Muy buena.
Mentí.
¿Viste? Es una música re loca. Re buena onda, mal.
Sí. Re loca. Re buena onda mal, mal.
Me re burlé sin que se diera cuenta.
¿En serio te gusta?
Soy muy bueno mintiendo.
Sí.
Un genio.
Pensé que no te iba a gustar.
¿Pensó que no me iba a gustar? ¿Y para qué la puso, para traerme pesadillas?
¿Y para qué la pusiste?
Pregunté riendo.
Para ver si te gustaba, corazón.
Que me dijera corazón me dio cosquillas en el pene.
¿Y si no me gustaba?
Me reí. Ella también se rió.
Ponía otra cosa y listo.
No, no, tranqui. Está bueno. Me gusta.
Soy el dios de la falacia.
Si querés tengo Luis Miguel. Es más romántico.
Por un momento temí que me estuviera leyendo la mente y me quise ir a mi casa.
No. Esto me gusta.
Además de mentiroso, soy cagón.
Bueno. Me alegra que te guste, corazón- otra vez las cosquillas en el pene-. Siempre hay que estar abierto a cosas nuevas.
Sí. obvio.
En verdad no coincidía. Pero también mentí.
Carla puso en la heladera el vino que yo había comprado, aconsejado por mi amigo Marcos. Y luego comenzó a preparar la comida. Yo la seguí hasta la cocina. Arrojó un montón de verduras trozadas a una sartén, arroz, algunos pedazos de pollo y mucha salsa de soja. Al rato revolvió todo. Apagó el fuego y sirvió el contenido entero de la sartén en dos vasijas de barro lo suficientemente ondas como parecer una maseta y hacerme sentir que me iba a comer un Potus. Luego, agarró dos tenedores y llevó todo hacía donde estaba el equipo de música. Yo ya estaba sentado sobre varios almohadones juntos. Antes de sentarse, apagó todas las luces de la casa, encendió algunas velas y un sahumerio delicioso y cambió la música por algo más agradable. Finalmente se sentó.
Me olvidé el vino.
Dijo parándose nuevamente.
Quedate. Yo lo traigo.
Dije sin pararme.
No. No, voy yo.
Me puso la mano en el hombro.
Bueno.
No insistí mucho más. A los pocos segundos, volvió con el vino abierto, se sentó como un buda y empezamos a comer. Poco a poco, copa tras copa, una sensación parecida al buen humor comenzó a aflorarme en el pecho. Si bien era cierto que yo había ido allí tan solo para acostarme con ella, a medida que íbamos hablando, riendo, rozándonos, ese clon de Audrey Tautou comenzaba a despegarse de ese personaje y detrás de él comenzaba a aparecer una mujer maravillosa. Con linda sonrisa, lindos ojos y un culo para poner en un cuadro. No había ninguna foto de su culo en la pared. Debía sugerírselo.
Por su parte, la decoración de la casa, que antes me había resultado rara, si no ridícula, ahora comenzaba a generar en mí una extraña sensación de calma. ¡Estaba relajado sin psicofármacos y sin Laura! ¡La estaba pasando bien! Quería llamar a mi psicólogo y decirle; “¿Viste Juan? Ya no estoy interrumpiendo el goce. Ya no necesito tanta terapia”.
Terminamos de comer en seguida. Pese al esfuerzo, yo no pude acabar mi plato. Ella sí.
¿Fumás?
Me dijo sacando un porro a medio terminar.
Por supuesto.
¡Genial! Así nos relajamos un poco.
Y me puso una mano en el hombro, y comenzó a masajearme. “¿Así nos relajamos un poco?” pensé. ¿Acaso no estaba relajada? Me acordé de Fleco, el dibujito animado de aquella propaganda antidrogas, cuando él no quería fumar y un chico con cara de malo le decía “Dale, ratón, si acá no te ve tu papito”. Me sentí Fleco, pero sin Male y sin el doctor Miroli.
Estoy tratando de aprender a relajarme de otras formas, pero bueno, la relajación química siempre es mucho más efectiva.
Nos reímos. Comenzamos a fumar y a tomar vino (el vino era tan delicioso que debía recordar llamar a Marcos para agradecerle). A la media hora, tenía el cuerpo tan flojo que el temor de no funcionar como hombre me abrazó como un luchador de Judo enorme y transpirado.
¿Así que te separaste?
Me preguntó.
Sí. Sí.
¿Hace mucho?
Pude haber mentido. Pude haber dicho que hacía mucho tiempo que me había separado, para que ella no creyera que yo era un desesperado que apenas se quedaba solo salía en busca de aventuras. Pero no. Por alguna razón sentí que no tenía que mentirle. Porque ella era buena. Era amable. Cariñosa. Confiable. Me recibía en su casa con mucho más que sus brazos abiertos y yo solo quería que abriera las piernas. Y eso me daba culpa. Pues ella, enseñándome todo su universo quería hablarme de su persona. Y yo, como todo un cobarde y un egoísta, la criticaba en silencio para obtener de ella sólo su cuerpo. Tenía que decir la verdad:
Mirá. Hace solo dos semanas que me separé. Ya sé que es poco tiempo. Y que podés estar pensando que soy un desesperado que apenas se separa sale a buscar minas. Pero…
Pará- me interrumpió-. Yo no pienso que seas un desesperado, corazón (otra vez las cosquillitas). Pienso que es natural que estés viviendo todo ésto de ese modo. Es tu forma de hacer el duelo. Cada uno se lo toma como puede.
“¡Es un ángel!” Pensé. “Es Dios. Es la mujer más comprensiva del mundo. Tengo que besarla”. La besé. Sus labios eran suaves. Su legua jugó dentro de mi boca con ternura. Como un caracol de gelatina o como un Yummy. Acariciándome los dientes, los labios y mi propia lengua. Me excité. Ese cosquilleo repentino en todo mi miembro subió hasta mi pecho. Le acaricié la cara y ella acarició la mía. Nos miramos. Nos olimos. Suspiramos y yo tomé su mano y la llevé a mi entrepierna.
Pará- interrumpió de repente-. Tenemos toda la noche.
Está bien.
Dije yo automáticamente, separándome de su cuerpo, comprendiendo que el juego que proponía era otro. Era ir despacio. Recorriendo y disfrutando cada momento de la noche hasta llegar a la culminación. Yo no sabía ir despacio. En ningún aspecto de la vida.
Sos muy lindo ¿Sabés?
Dijo mirándome fijamente. Yo bajé la mirada y me rasqué la cabeza, como cada vez que no sé cómo reaccionar.
Gracias. Vos también.
No mentí.
Sos divino. Y no estés mal. Ya se te va a pasar todo ese sufrimiento.
Yo no estaba sufriendo tanto. Por alguna razón, después de tantas desilusiones y rechazos amorosos, se había depositado en mí la sensación de que una separación no era el fin de una relación amorosa sino, la transformación de dicho vinculo. Quizás, porque había vivido amores que terminaron mucho antes de que acabara la relación. O quizás por el contrario: por haber vivido amores que perduraron en mí hasta mucho después de terminada la pareja. Por esa razón, o porque en el fondo sentía que iba a volver con Laura, no estaba tan mal.
Gracias. Pero no estoy tan mal, che… Estoy. Simplemente. Qué sé yo.
Bueno. Me alegro entonces… - y señalando las últimas gotitas que quedaban en la botella de vino, prosiguió:- ¿Querés más?
No, gracias. Por hoy es suficiente.
Sí. Para mí también.
Y dejando la botella, se recostó sobre mi pierna, mirando hacia arriba. “Si se da vuelta y me la chupa” pensé “la canonizo”.
Pero no me la chupó. En su lugar me contó que también hacía muy poco que se había separado. Que vivieron juntos un año. Y que lo dejó cansada de ser engañada. Me contó todo acerca de su ex. Y yo la escuché y la contuve con un interés que hasta el día de hoy me sigue sorprendiendo.
La noche era perfecta. No podía ser mejor. A esa altura, ya nos acariciábamos las manos, los antebrazos y por momentos las piernas. De vez en cuando, nos besábamos. Todo con una suavidad más romántica que sexual, propia de una película de Disney y no una porno como yo esperaba en un principio.
¿Querés que te haga unos masajes?
Me dijo de pronto.
Dale. Si querés.
Obvio que quiero, corazón (otra vez las cosquillas). Unos masajitos en la (“ojalá la frase termine con “poronga”, pensé) espalda no te vendrían nada mal. Estás muy tenso.
Si decía “poronga”, sí que la canonizaba en serio.
Bueno. Dale. Haceme.
Y me quedé quieto, esperando a que ella me acostara. Me sacara la ropa. Me hiciera los masajes. Me follara, me preparara chocolatada y me dejara durmiendo. Pero luego de unos segundos, cuando advertí que ella me miraba como esperando algo, dije:
- ¡Ah, la ropa! ¡Sí, sí, la ropa! Ahora me la saco.
Ella se rió y me indicó que fuéramos a lo que parecía su cuarto. Yo la seguí, me quité la remera, los pantalones, y me acosté sobre el colchón, culo para arriba, esperando sentir sus manos. Con un aceite frío, que en un principio me dio más impresión que placer- o lo que se suponía que debía darme- Carla comenzó a estrujarme cada músculo de las piernas. Subía y bajaba por mis extremidades como si estuviera amasando pizza. Pronto, comencé a sentirme liviano, a gusto. Cómodo. Me fui dejando llevar como un bebé al que le están cambiando los pañales. Fui olvidándome de toda impostura e incomodidad en torno a mi cuerpo.
Con los deditos no-dije haciéndome el gracioso cuando pasó por mis nalgas. Ella se rió-. Con Barrocutina tampoco. Con nada. Ni se te ocurra.
Quedate tranquilo. No va a pasar nada que vos no quieras.
Ambos nos reímos.
A excepción de un dedo en el culo, es difícil que yo no quiera algo en éstas situaciones.
Volvimos a reírnos, y yo comencé a concentrarme en la música, en los aromas y en las manos de Carla que iban y venían, a esa altura, por mi espalda. Yo estaba en un estado de ensueño. Conectado con cada centímetro de mi cuerpo y mis sentimientos.
Es loco volver a estar por este barrio.
Dije en un acto de sinceridad.
¿Por?
Preguntó y siguió masajeándome.
Porque sí. Qué sé yo… el barrio.
Cavilé.
Claro, me imagino, corazón (otra vez las cosquillitas), tu ex vive por acá ¿No?
Sí. Sí.
Sí. Sabía. Me contaste.
Nos quedamos unos segundos en silencio. Me rasqué la cabeza. Carraspeé y dije:
Bah… las dos viven por acá.
¿Qué dos?
Claro. Laura y…- volví a carraspear- y Mariana.
¿Mariana?
Ella se sorprendió. “¡Metí la pata!”, pensé. Por un momento, dejó de masajearme y temí lo peor: que fuese amiga de Mariana y que por esa razón- inmersa en la culpa y la vergüenza- abortase toda posibilidad de sexo conmigo. Aunque por otro lado, la fantasía de acostarme con una amiga de quien me abandonó argumentando que yo carecía de lo necesario para formar un proyecto de pareja serio, se me antojaba como una venganza deliciosa y con final feliz. Por suerte, Carla volvió a hablar y siguió con el masaje:
¿Mariana cuánto?
¿Eh?
Repregunté, aunque la había escuchado claramente.
Que cómo es el apellido. Por ahí la conozco.
Ah, el apellido. Sí, sí, el apellido…
Sí, el apellido.
Mariana.
¡Ese es el nombre, Santiago!
Sí. Mariana. Mariana Fratechí.
Arriesgué todo diciendo la verdad.
Mariana Fratechi- hizo memoria. Yo crucé los dedos sin cruzarlos-. Hmmm ¿Una morocha?
No, rubia. Rubia natural.
Ah, no. Yo conozco una Mariana pero es morocha. Desde siempre.
No, esta es rubia.
Respiré aliviado y agradecí el hecho de que Mariana fuera rubia desde siempre.
Ah, no. Ni idea- reanudó los masajes-. Mirá vos, che. No sabía que saliste con otra chica más del barrio.
Sí. Es gracioso en un punto. Mucha casualidad ¿No?
La verdad que sí.
Quedé en silencio unos segundos. Recordando. Luego proseguí:
Por eso te digo que es loco volver a estar en el mismo barrio.
¡No te rasques la cabeza! ¿Querés? Así dejás el brazo quieto.
Me regañó.
Perdón.
Dejé de rascarme la cabeza sin reparar en que me la estaba rascando. Luego agregué:
Es gracioso porque cuando me separé de Mariana… eso fue hace algunos años. Mariana vive acá a unas pocas cuadras… Y es una locura, porque durante el tiempo que viví acá con Laura, la pude haber cruzado en cualquier momento… Así que bueno, te decía, a los pocos meses conocí a Laura. Y cuando me dijo que era del sur no lo podía creer. Te juro. Me causó mucha gracia. Y hasta tuve miedo de que la conociera. Como recién con vos.
Y, es que es mucha casualidad.
Sí. La verdad que sí.
Ahora masajeaba mis hombros. Sus masajes eran exactamente lo que las religiones deberían prometer del cielo para que todos en la tierra nos portásemos como Dios manda.
¿Y, la conocía?
Interrogó.
No. No la conocía. Por suerte no. Pero me acuerdo que para confesarle que mi ex era del barrio, tardé meses… creo que por miedo.
¿Miedo a qué?
No sé. A saber que la conocía. O a que le caiga mal mi reincidencia territorial. Qué sé yo.
Yo también vivo en el barrio.
Dijo riendo. Yo me asusté.
Pero no te cae mal ¿No?
La miré sonriendo. Como un chico que se manda una macana y espera que lo perdonen.
No pasa nada, corazón.
Otra vez las cosquillitas; para ese momento, mi pene ya era una sola cosquilla. Enorme y catastrófica cosquilla.
Menos mal.
Respondí yo, disimulando esas cosquillas.
No es culpa tuya. Cuando nos conocimos vos no tenías por qué saber que vivía en el mismo barrio que tu ex… Y que tu futura novia.
En otro momento, que ella fuese tan comprensiva, me hubiese generado desconfianza, cosa que me suele pasar con todas aquellas personas que aparentan ser del todo buenas, o del todo educadas, o del todo correctas, moralmente hablando. Pues, cada vez que estoy ante una persona así, siento lo mismo; siento que esos seres que encuentran motivos para sonreír, en el mismo lugar donde yo los encuentro para deprimirme, son unos enfermos, unos pederastas o unos lobos disfrazados de corderos. Que van a tomar un hacha o una metralleta y nos van a rebanar o acribillar a todos. Pero con Carla la sensación fue distinta. De modo que le respondí y continuamos la charla:
No, por supuesto. No tenía por qué saberlo. Ni vos tampoco. Pero fue gracioso. Sobre todo porque después de separarme de Mariana me había prometido no pisar más este barrio. Pero a los pocos meses me voy de viaje y la conozco a Laura- la miré con complicidad-. Y a los pocos meses de conocer a Laura, voy a una librería y te conozco a vos… Fue muy gracioso. Cuando le dije a mi amigo Marcos que vos también eras de acá no paró de gastarme por varios días.
¿Marcos?
Sí, el alto que estaba conmigo cuando nos conocimos.
Ah, sí, me acuerdo.
De pronto, la música terminó, pero yo estaba tan relajado, charlando tan gustosamente, que no me di cuenta hasta que ella fue a cambiar el disco.
Voy a poner música. Ya vengo.
Bueno. Te espero acá.
Le dije en chiste. Pero ella no se dio cuenta. O se dio cuenta pero no le causó gracia. Cosa que me pareció triste de mi parte. En lugar de cambiar de disco, oprimió play y volvió a sonar lo mismo. Luego continuó con sus masajes, incluso mejor que antes.
Con la estupidez me pasa lo mismo que con mi pelo. Cuando miro una foto vieja, pienso: “¿Cómo es posible que me haya peinado de esa manera?” o “¿Quién me dijo que ese corte me quedaba lindo?”. Es decir; siento vergüenza de mí mismo. Cuando recuerdo hechos pasados donde cometí una estupidez o no supe callarme a tiempo, pienso algo similar: “¿Cómo es posible que haya dicho eso o haya hablado de esa manera?”. La única diferencia, he entendido tristemente, es que con un peluquero, lo del pelo puede solucionarse. Lo otro es un poco más difícil. A la conclusión a la que llegue es que, si cada vez que recuerdo un momento pasado, me veo como un estúpido, nada quita que el día de mañana, al recordar ese pasado (que hoy es mi presente) no sienta exactamente lo mismo. Lo que significa que, a ciencia cierta, soy todo un estúpido, todo el día y a toda hora. Tiempo completo: pasado, presente y futuro.
De modo que así, como un estúpido, con ganas de que un peluquero me corte mucho más que el pelo, me siento cada vez que recuerdo esa noche en lo de Carla. Pues si antes, con mis recuerdos, había empezado a cambiar el curso de la noche, con todo lo dicho a continuación, acabé cambiándolo por completo.
Como ya le había mencionado a Carla, Laura y Mariana vivían a muy pocas cuadras de allí. De hecho, cuando Laura y yo aun no éramos pareja- y no se vislumbraban en sus intenciones planes de serlo- ella me llevó hasta la casa de Mariana. Arrastrándome como siempre y cuidándome las espaldas para que pudiera recuperarla. Hacía muy pocos días que había salido mi primer libro. Y así, fresco, con una dedicatoria romántica que la nombraba, se lo llevé a Mariana.
Ella me había abandonado un año atrás, en las circunstancias y por las razones ya mencionadas. Y desde ese momento, yo me había propuesto recuperarla. En un frenético y doloroso periplo que duró, desde luego, todo ese año, acabé de escribir el libro. Pues, si bien Mariana con su presencia me había ayudado a escribirlo, con su sola ausencia (y mis ganas caprichosas e infinitas de tenerla) me había dado la fuerza para terminarlo. Cosa que deja en evidencia la triste verdad de que nunca hice nada por mí, sino por otros. Para otros. Por suerte, cuento cuento con la suficiente autocrítica y sensatez como para haber desarrollado en mi conducta los mecanismos necesarios para acabar siempre rodeado de personas que con su sola presencia me obliguen a hacer cosas y así mantenerme vivo. Mariana era una de esas personas. Laura también.
Pero, pará- interrumpió Carla- ¿Qué pasó cuando fuiste a lo de Mariana acompañado de Laura?
Yo proseguí:
Como ya te dije; el libro estaba dedicado enteramente a ella. De hecho, llevaba su nombre impreso- hice una pausa, cavilé y luego seguí-: Es más, en un principio soñaba con que fuese un best seller, un libro famoso, que estuviese expuesto en cada una de las librerías de Buenos Aires. No tanto por la fama o el dinero, suponiendo que ésto lo generase, sino por la simple y triste razón de que un día Mariana se topase con él y viese su nombre en la dedicatoria. Claro que esto no pasó. Y yo no tuve la paciencia de esperar a que sucediera, ya que estaba tan ansioso por ver su reacción que terminé en su casa, acompañado de Laura.
Y bueno, pero ¿Qué pasó? ¿Cómo fue que Laura llegó a acompañarte a la casa de tu ex?
No lo sé. Supongo que esa actitud denotaba el poco interés que ella tenía en mí como hombre. Cosa que me entristeció mucho. Yo quería que muriera de celos, que renegara de tener que acompañarme. Pero me acompañó. Y no solo eso, sino que también me rechazó. Ya que lo cierto es que esa tarde yo había salido de casa decidido a concretar todo con Laura. Quería acostarme con ella. Llevar al plano terrenal lo que supuestamente teníamos en el platónico. Digo, hacía mucho tiempo que Laura y yo veníamos… O sea, éramos amigos, pero ella sabía que yo no quería serlo. Además, esa semana, a los pocos días, yo me iba de viaje. Supuestamente para no volver nunca. Y ese encuentro con Laura era, en teoría, el último hasta quién sabe cuándo.
Bueno, pero evidentemente no lo fue.
Era verdad. Yo reí pensando en todo lo que había vivido en los últimos años con Laura y sentí cierta nostalgia. Algo de felicidad. Expresarme me hacía bien:
No. Evidentemente no lo fue. Pero en ese momento, yo creía y quería que fuese el último. Sobre todo porque no podía seguir viviendo a medias tintas con Laura. Y menos seguir pensando en Mariana.
¿Estabas con Laura y pensabas en Mariana?
Me interrogó, creo yo, con el ímpetu de defender a toda mujer y expresión femenina existente desde la creación de Eva hasta el día de hoy.
No de la forma en que vos pensás. Además, yo no estaba con Laura. Ella no me daba pelota. Yo podía llorar por quien quisiese. Por otro lado, me di cuenta de que yo ya no estaba enamorado de Mariana, sino que estaba tremendamente enamorado de Laura. Pero no lo sabía. Y confundía mis deseos de cerrar todo con Mariana, con amor. Y mi amor con Laura con…
¿Con qué?
No supe qué más decir y me quedé callado. Luego seguí:
Bueno. No sé con qué lo confundía. La cosa es que esa tarde, caminando por San Telmo y habiendo sido rechazado en todo sentido por Laura, me quedaba la única tarea de cerrar definitivamente todo con Mariana. Lo único que tenía que hacer era llevarle ese libro a la casa.
¿Y fuiste?
Sí, claro que fui. Aunque admito que hacerlo fue mucho más difícil que contarlo.
Claro. Seguro.
Pensá que con Mariana habíamos sido pareja durante un año, quizás menos. Y desde el día en que nos separamos… Bueno, no nos separamos, ella me dejó que no es lo mismo. Yo no quería separarme.
Me miró como diciéndome que ella sabía que no era lo mismo y que no me fuera por las ramas. La entendí:
Pero bueno, desde ese día, a diferencia de como sucede con muchas parejas, nosotros no hablamos nunca más. Pienso que un poco porque, por orgullo, yo me había obligado a no llamarla más. Y otro poco porque ella, bueno, ella ya no quería hablar conmigo. Así que ese día, reaparecer en su casa después de un año… No me preguntes por qué un año, pero me gustan los números redondos… Era muy difícil, casi épico. Como el final de una película. Más que nada, creo yo, por el peso que tenían mis recuerdos. Y todas las historias y variables que a dicho encuentro yo había armado en mi cabeza durante ese año.
Te entiendo.
Me respondió y me sugirió que me diera vuelta así me masajeaba la parte de adelante. “Por fin se viene la mamada” pensé, mientras ella traía unas bolas de piedra blancas.
¿Para qué son esas bolas?
Dije asustado.
¡Ay sí, las bolas! Me olvidé que las tenía. Son para recargarte de energía- las apoyó sobre mi pecho-. No me lo vas a poder creer, pero están talladas en una piedra sagrada en la que se sentó a meditar Sidarta, el Buda.
¡Wow!- contesté yo falsamente, pensando en que el origen de esas piedras era imposible de comprobar y que alguien se había aprovechado de ella para venderle unos cuantos cascotes lustrados. No me dio lástima-: Es como hacerse un rosario con la cerámica del inodoro donde se sentó a cagar el Papa.
Ella se rió:
¡No seas tarado! En serio te digo, te van a hacer bien.
Seguro.
Contesté yo. Y pensé en que algo que implique estar acostado y con una mujer encima, no puede ser malo.
Bueno, dale. Seguí contándome mientras yo te paso esto.
Seguí con mi relato.
Te decía que más allá de que era difícil, sabía que si no iba ese día no iba nunca más. Ya estaba jugado. Me iba a los pocos días. Mis planes de pasar la tarde en un hotel despidiéndome de Laura ya estaban perdidos. Y como si fuera poco, Laura iba para ese lado… o venía para este lado, que es lo mismo- sonreí-. Así que, casi sin pensarlo, nos tomamos un colectivo y a los cuarenta minutos nos bajamos a una cuadra de la casa de Mariana.
¡Qué momento!
Sí, me temblaba todo. Creo que por varias razones. Verla a ella. No saber qué decirle. Pasar un momento engorroso… Lo que más miedo me daba era cruzarme a alguien de su familia y tener que explicar por qué estaba allí.
¿Por qué? No tenías por qué dar explicaciones.
No sé. Puede ser que no. Pero creo que me pesaba mucho el hecho de que ellos pudieran pensar que yo era un idiota. Un idiota que volvía al lugar donde ya no era recibido. Ni bien ni mal recibido. Simplemente ya no era recibido.
Me miró fijamente y me dijo:
Pero ¿Qué pasó? ¿Te recibió ella, alguien de la familia, quién?
Carla comenzaba a frotarme las piedras en el pecho y yo no podía contener mi cosquilleo en el pene. Pues, si antes, no había crecido a causa del peso de mi cuerpo que lo aplastaba, ahora, libre, contento, entusiasmado, mi pene comenzaba a desperezarse como una flor en desarrollo. Como en esos videos en cámara rápida, donde vemos el crecimiento de una planta. Comencé a esforzarme para contenerme. Traté de concentrarme en mi relato, como para contrarrestar la excitación con la amargura de mis recuerdos. Ella, por su parte, ya se había dado cuenta de mi erección. Pero no dijo nada. Simplemente me miró y sonrió. Yo entendí que, una vez finalizados los masajes fornicaríamos hasta quedar secos.
No podía quejarme, me sentía libre. Libre físicamente porque podía mostrar mi erección sin problemas y libre emocionalmente porque podía contarle a Carla mis sentimientos y experiencias. Seguí contando entonces mi llegada a la casa de Mariana:
Sí, me atendió ella. El tema es que cuando estuve allá, a metros de su casa, antes de tocar el timbre, tuve intenciones de irme.
Ella frotaba las piedras entre sí, como si fuese un doctor que prepara los extremos de la máquina de electro shock para, efectivamente, electrocutarme y devolverme a la vida.
¿Miedo por qué?
No sé. Me invadió un miedo distinto y superior a todos.
¿Cuál?
Tuve miedo de verla y de que ella ya no fuese quien yo recordaba. Digo ¿Y si ya no estaba tan linda? O estaba gorda. O tenía novio…
¡Tenía novio!- me interrumpió exaltada- ¡No me digas que tenía novio!
Pará, ya llego a esa parte. No te impacientes.
Tenía novio ¡Estoy segura!
Ya llego a esa parte.
Estaba por seguir con mi relato cuando me interrumpió de nuevo:
Pará.
¿Qué?
¿Vos en tu primer libro no tenés un cuento que habla de eso, de una persona que vuelve a ver sus recuerdos y se da cuenta de que su ex pareja ya no es como recordaba?
Sí. Así es. Pero lo gracioso es que ese cuento yo lo llevaba en mi mano. Impreso entre los otros cuentos del libro.
Ah- pareció desilusionarse- yo pensé que ese cuento se te había ocurrido ahí.
No, no. En absoluto. Lo que pasa es que tengo poderes.
¿Tenés poderes?
Me preguntó más para corroborar la idiotez que había dicho que para confirmar que yo en verdad los tenía.
No. Obvio que no tengo poderes. Lo que pasa es que siempre, de un modo u otro, en lo que escribo hablo de mí. Y soy muy predecible. La gente es predecible. Por eso es fácil que coincida lo que escribo con lo que después pasa.
¿Cuántas veces te pasó?
Muchas, todo el tiempo. Pero no importa eso ahora. Lo que importa es que cuando llegué a la puerta vi que había un manojo de llaves puesto en la cerradura del lado de afuera. Como si alguien hubiese entrado apurado y se las hubiese olvidado.
¡Te estaban esperando!
Se volvió a entusiasmar.
¡Exacto! Digo, es obvio que no me estaban esperando a mí. Pero habían dejado las llaves afuera, para que cualquiera pudiera abrir. Y hay que admitir que esas llaves ahí eran todo un símbolo.
Sí. La verdad que sí.
Es verdad. Esas llaves allí eran todo un símbolo. Pero en ese momento, yo no lo interpreté así. Sino que simplemente entendí que alguien había entrado apurado. Cuando Mariana abrió la puerta acompañada de un hombre, entendí por qué habían entrado apurados. O al menos yo hubiese hecho eso; no hubiese perdido ni un minuto en no estar encerrado en un cuarto con ella.
Carla, por su parte, había puesto una piedra en cada extremo de mi torso. Yo no entendía qué estaba haciendo. Pero al parecer, ella sí entendió mi cara de desconcierto y disipo mi duda:
Con ésto termino- me dijo-. Tengo que rotarlas de lugar siete veces y vas a estar energéticamente mejor.
Ah, bárbaro.
Por los siete chakras ¿viste?
No supe qué contestarle. Así que seguí contando:
Bueno. Como te decía, desde luego no usé las llaves para entrar. Ni tampoco las interpreté como un símbolo. Sencillamente, no me interesaron. Podría decir que casi no las vi, estaba tan nervioso que lo único que pude hacer fue tocar timbre automáticamente.
¿Y quién te atendió?
Ella. Mariana. Yo toqué timbre y de inmediato escuché su voz preguntando quién era. Temblé y no respondí nada. Su voz me pareció bastante más fea de lo que recordaba. Incluso, me dio un poco de vergüenza ajena. A los pocos segundos, ella volvió a preguntar. Esta vez sí respondí. “Santiago, Santiago Apenak”. Y aclaré mi apellido como si le estuviese recordando mi existencia a un antiguo jefe de algún trabajo remoto. Cuando dije mi nombre, un silencio de tumba se apoderó de todo el barrio. O al menos eso sentí. Lo cierto es que no me abrió la puerta.
¿Pero te abrió la puerta al final?
Sí, pero antes volvió a preguntar quién era. Creo yo que para cerciorarse de que lo que escuchaba era cierto. “Yo, Santiago, Mariana”, dije. Y a puerta se abrió. Y lo primero que vi fue su cara.
¿Cómo estaba? ¿Estaba igual? ¿Estaba cambiada? ¿Qué cara tenía?
Estaba más pálida. Más flaca. Con el pelo más rubio y con una cara de terror que te juro que nunca vi en mi vida.
¿Y qué pasó?
“Hola”, me dijo, “Cómo estás? ¿Pasó algo?”. “Dejaste la llave afuera”, le dije. Ella no me entendió. “Que dejaste la llave afuera”, pero esta vez le señalé el manojo. “Ah, gracias”, me dijo. Y me preguntó si había pasado algo. “No, nada”. Y enseguida vi una figura masculina que se asomaba detrás de ella.
¡Era el novio! ¡Te dije que tenía novio!
Carla se entusiasmó.
No. No era el novio.
¿Y quién era entonces?
Algo peor: El marido.
¿El marido? ¡Me estás cargando! ¿Viste que tenía razón?
Los dos nos reímos, como si estuviéramos celebrando el desenlace de la telenovela o película que Carla estaba siguiendo.
No. No tenías razón. Vos hablaste de un novio. No de un marido. No es lo mismo. Son cosas muy distintas. Te subí la apuesta. Aceptalo.
Bueno, pero adiviné que estaba con alguien.
Bueno che, tampoco era tan difícil adivinar. La mayoría de las personas que se separan, a los pocos meses ya están con otro. Bien o mal, están con otro. El único inútil que no lo había conseguido era yo.
Carla se volvió a reír y casi se le cae una de las piedras que maniobraba en mi pecho. Yo no entendí qué le causaba gracia.
Bueno, quizás no era cuestión de adivinar. Pero sí quería saber si estaba con alguien. Imagino que con tremendo acto como el que hiciste vos, de llevarle tu libro dedicado a su nombre, ponías muchas expectativas, y el hecho de que una nueva pareja te arruine el asunto, no debe ser del todo grato.
Con esas piedras arriba mío, no podía dejar de sentir que me estaban construyendo una lápida en plena vida. Quizás, con lo que le estaba contando a Carla, yo mismo lo estaba haciendo.
No lo sé- le respondí-. Yo fui con intenciones de darle ese libro y nada más. Al menos, racionalmente nada más. Como una forma de autodefensa, tal vez. Porque sabía que con ella no podía pretender otra cosa que darle ese libro.
Claro. Te entiendo.
Y bueno. Así que le dije que estaba allí para darle ese libro que finalmente había publicado. Ella me dijo “gracias” y me preguntó cómo estaba. Yo le dije que estaba bien, tranquilo. Como responde uno cuando en verdad no está ni bien ni tranquilo.
Es verdad.
Y así que bueno, hubo un silencio incómodo, una mirada que no fue… No me animé a mirarla a los ojos… Y bueno, así fue. Le di el libro. Me dio sus felicitaciones. Y nos dijimos “chau”.
¿Y el marido?
A él también le dije “chau”. Y él también me saludó. Parecía un tipo muy amable.
¡No me refiero a eso!- Se exaltó-. Me refiero a que cómo supiste que ese era el marido. Si, por lo que me contaste, ella no lo presentó. Y él no mencionó palabra.
Lo supe por su mirada. Lo sentí- ¿Por qué decía tamaña estupidez? Respiré hondo, exhalé y largué la verdad-: Además, porque a los pocos días, envalentonado por unos cuantos tequilas y por el apoyo de mi amigo Marcos, la llamé para preguntarle qué le habían parecido el libro y la dedicatoria. Tuve suerte y me atendió ella. Y le largué una perorata lacrimosa de borracho y poeta. Por supuesto, me pidió que no la llamara más.
¡Qué desalmada!
No. Tenía razón. Yo no tenía que llamarla más. Lo que sí es cierto es que en su tono de voz, no noté la misma convicción de sus palabras. Como si no quisiera decirme eso. Pero quizás no fue así. Quizás fueron solo mis ganas de no querer escuchar eso. O quizás ella sentía lástima. Borracho soy patético.
Hacía unos segundos que Carla había retirado las piedras y ya no me masajeaba. Esperé acostado unos segundos para ver si, de pronto, ella se lanzaba sobre mí y me practicaba sexo oral. Pero no pasó. Así que me incorporé y me senté en la cama, a su lado. Ella volvió a interrogarme:
Pará, no me dijiste cómo supiste que ese era el marido.
Ah, claro. Bueno. A eso iba: cuando corté la llamada, me largué a llorar sobre el hombro de Marcos. Como nunca.
Carla hizo un gesto de ternura. Como si estuviese viendo un osito de peluche dentro de una de esas máquinas donde uno puede jugar a engancharlos con un brazo mecánico. Yo seguí con mi relato:
En medio de mi llanto, sonó el teléfono y pidieron por mí. Era un hombre. Se llamaba Horacio y me dijo que era el marido de Mariana. Me amenazó. Me dijo que si la seguía llamando me iba a cagar a trompadas. Yo, muerto de risa, le dije que si quería la iba a llamar cuantas veces quisiera. Y que si en todo caso no llamaba más, era porque ella no quería. “Ella elije, macho” le dije “Es así. Espero que nunca te toque estar de este lado” y corté.
¿Y nunca más supiste de ella?
Nunca más. Y eso que estuve en este barrio por mucho tiempo.
Y ahora volvés a estar.
Lo que no le dije a Carla de ese día es que, apenas me fui de la casa de Mariana, caminé unos pasos y me junté con Laura, que me esperaba a la vuelta. Estaba de espaldas y lo primero que le vi fue el trasero. Eso me alegró y deprimió a la vez. Me alegró porque lo vi hermoso. Aun más hermoso que el de Mariana, que hasta el momento yo consideraba el más lindo del mundo. Pero me deprimió porque sabía que no podía tenerlo. Y eso, el desear y no tener, es el castigo más grande que podemos sufrir los codiciosos. Algunos, a partir de cierta edad, deberíamos ser ciegos- o millonario- para ya no sufrir tanto. De modo que al momento de llorar en el hombro de Marcos, no solo lloraba por Mariana, sino que también lloraba por el culo de Laura.
Estaba en calzoncillos y relajado. Ya sin ninguna historia para contar. Carla estaba a mi lado y no parecía estar incómoda con mi desnudez física y emocional. Así que, sin dudarlo, me tiré sobre ella y comencé a besarla. Ella me frenó:
Pará, Santiago. No da. No quiero que hagamos nada.
¿No da? La frase me chocó, pero no era la primera vez que la escuchaba. Sabía cómo actuar. Tenía experiencia en el terreno de la insistencia. Sabía que tenía que mostrarme calmado. Y hacerle creer que eyacular no era lo único que me importaba, que respetaría su integridad y su decisión de no hacer nada. Después de todo, teníamos toda la noche por delante para seguir charlando y para llegar a la culminación lentamente. Si yo era un caballero, Carla sabría compensarlo.
No es necesario que hagamos algo que vos no quieras, Carla. Pero si te pasa algo, me gustaría que me lo cuentes. Confiá en mí.
No. Nada. En serio. Pero prefiero que no hagamos nada.
Está bien, te respeto- le dije mientras le acariciaba la cara-. Total, tenemos muchas maneras de arreglarnos.
Ella me miró y no dijo nada. Volvimos a besarnos. Ahora de forma más sutil y romántica. Quería que se sintiera protegida. De a poco, volví a insistir con mis dedos. Primero en sus senos. Luego, bajé por su abdomen hasta llegar a su bragueta.
¡No! Pará, en serio- se sobresaltó-. No quiero que hagamos nada.
Suspiré fastidiado. Mi corazón bombeaba como una locomotora. Por desgracia, era lo único en mí que bombeaba.
Mirá, no sé qué te pasa- me puse de pie-. Pero pensé que estaba todo más que bien.
No podía dejar de rascarme la cabeza.
Sí, lo estaba- respondió-. Pero ahora no. Al principio de la noche me hubiese acostado gustosamente con vos. No tenía problema…
Y bueno.
Pero ahora no.
¿Por qué? ¡Si me dijiste que vayamos despacio, por eso no nos acostamos! ¡Si hubiese sabido no hubiese hablado toda la noche como un pelotudo!
¡Es que tenía intenciones de hacerlo! Pero ahora, después de que me hablaste una hora seguida de tu ex y tu otra ex. Y que Mariana, y que Laura y qué sé yo. No quiero. No me siento cómoda. Es como si con todo lo que me contaste me hubieses puesto en el lugar de amiga ¡Y los amigos no se acuestan!
No me podía estar pasando esto ¿Acaso no había sido ella quien había propiciado la charla? ¿Por qué me decía una cosa y luego hacía otra? ¿Por qué razón me había dejado hablar hasta el final, como a un estúpido?
Le pregunté todas estas cosas pero ella no encontró respuesta.
Carla, estoy en calzoncillos. Y en tu cama. Esto no es de amigos.
No importa. Hablar de otras no es de amantes y sin embargo lo hiciste. No sabés tratar a las mujeres.
Me enojé. Tenía razón.
¿Qué hubiese pasado si yo te hablaba de otros mientras vos me hacías masajes?
¡Yo no te hubiese hecho masajes! ¡Soy un inútil con las manos!
¡Me di cuenta por cómo acariciás!
Traté de ignorar su agresión.
Me refiero a que yo no te hubiese hecho masajes porque no hubiese soportado la tentación de tenerte desnuda en frente mío y no hacer nada. Además, vos también hablaste de tu ex pareja.
Empezó a recoger mi ropa.
Es distinto -para las mujeres siempre es distinto- Además yo no te hablé tanto. Si hubiese hablado tanto como vos, te habría molestado.
No. Para nada. No me hubiese molestado en absoluto.
No mentía, me hubiese importado tres cuernos. Nos quedamos en silencio unos segundos. Ella, no sé por qué. Yo, esperando que ocurriera un milagro. Por fin hablé yo:
Bueno, Carla. Vamos. No podés dejarme así.
¿Así cómo?
¡Así!
Abrí las manos y con la mirada señalé mi entrepierna.
Mirá, yo no soy una puta. Yo no tengo que hacerte un servicio…
La interrumpí, colérico. Aun con el miembro milagrosamente parado:
Mirá. Soy un tipo maduro. No voy a discutir. Ayudame a terminar de alguna manera y listo.
Carla me miró espantada.
Es un segundo. Te arrodillás y listo. Yo hago todo el trabajo.
Me miró más espantada y con asco.
¡Dale, por favor! Te aviso cuando voy a terminar.
¡Andate de mi casa!
Se enojó. Dejó de ser naturalista y budista. Era un monje Shaolin que comía carne cruda.
¡Bueno, che, no es para tanto!
Santiago, me siento incómoda. Te pido por favor que te vayas.
Me ayudás un poco con la mano y listo. Dale.
Tomá tu ropa.
¡Dale, por favor, no seas mala!
Me acerqué a ella, apuntándola con mi miembro como quien empuña una espada.
¡Sos un asco!- se puso de pie- ¡Andate, por favor!
¡Dale!
Quise agarrarle la mano, pero se zafó.
¡Andate!
Me gritó. Yo suspiré resignado y comencé a vestirme.
¡La verdad es que sos una loca!
Andate o llamo a la policía.
No podía calzarme los pantalones. Estaban al revés y no podía darlos vuelta ¿Por qué vestirme era tan difícil cuando desvestirme había sido tan fácil y en vano? ¿Por qué me pasaba esto?
¡Si a la policía le cuento que me hiciste masajes para después dejarme así, te meten presa a vos por histérica!
Sos un estúpido. Das lástima.
No me dolió lo que me dijo. Tenía razón. Eran dos cosas que yo ya sabía: soy un estúpido y doy lástima. Pero lo reconozco. Y precisamente allí, es donde radica mi entereza en momentos como ese. Una vez que nos rebajamos ante una mujer, no volveremos a hablarle con miedo a ninguna otra. Insistir. Suplicar. Embaucar. Mentir. Ya no es un problema. Es un recurso. Para cuando terminé de vestirme, Carla me esperaba en la puerta de calle con la puerta abierta, invitando a retirarme.
Tomá. Llevate este vino pedorro que trajiste. Podés tomártelo vos solo para envenenarte. O llamar a alguna de tus ex, así se envenenan juntos.
Agarré la botella de vino y salí. Recién al ver la botella, caí en la cuenta de que el vino que habíamos bebido no era el que yo había llevado. No fue necesario decir adiós. Debían ser las cuatro de la mañana. Era jueves, hacía frío y el barrio estaba desierto. Me sentí solo. Caminé algunas cuadras perdido. Pensé en ir a la casa de Laura- mi casa- pero temí encontrarla casada con otro. También pensé en ir a lo de Mariana para mearle la puerta, pero entendí que eso hubiese sido sumarle un nuevo problema a mi existencia palurda. En una esquina, me abracé a un árbol e hice pis durante un rato. El sonido del líquido golpeando la corteza me fascinaba. Me salpiqué las zapatillas pero no me importó. Luego, abrí como pude la botella de vino y comencé a tomarla del pico mientras caminaba.
Qué vino de mierda que me recomendaste, Marcos, la concha de tu hermana- dije en voz alta, hablando solo. Igual lo seguí tomando.
A las pocas cuadras, revisé mis bolsillos y comprobé que me quedaban unos pocos pesos. Tenía dos opciones: o bien, me tomaba un taxi y me iba casa; o caminaba hasta un prostíbulo que conocía y me gastaba allí toda la plata. A las cinco cuadras, luego de caminar indeciso, resolví parar un taxi y volver. Deseé estar en mi sillón, viendo mi tele, tomando cerveza y masturbándome para no necesitar a nadie. Masturbarse es ser independiente, pensé. No tenía que llamar a nadie.
A las pocas semanas, volví con Laura. A ella la necesitaba de mil maneras distintas.





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